sábado, 13 de abril de 2013

El blues de la violencia.


LA OTRA – EL BLUES DE LA VIOLENCIA

Violencia dicen ante la más mínima rebelión.
Violencia la suya que no cambia por ser de la institución.
Exigen respeto de la libertad humana,
Y te invitan a respetar a palos y patadas.

Manifestaciones pacíficas, y mejor si son silenciosas
Lo ideal es que nunca venzamos a la resignación que a veces nos droga
Droga que nos dan con palabras, como tolerancia.
Que tolere, que no comprenda que aquí sentimos demasiada rabia.

Rabia para construir, nos armamos sobre sus ruinas
La dignidad nos guía, su represión nuestro pan de cada día
Lo que no te mata te hace más fuerte
Claro que a veces se les va la mano y ocurre algún accidente.

No vamos a respetar vuestra ley de la selva.
El respeto es mutuo, y si no se llama violencia
Violencia la de políticos que no representan a nadie pero sí condenan
Que hablan de terrorismo y nos llaman anti-sistemas.

Concentraciones delante de embajadas de dictadores
Como siempre los perros del estado haciendo todos los honores.
Hostia al que se acerque demasiado a los barrotes
Que defienden la seguridad de gobiernos de torturadores.

Este es democracia así lo llaman, sí señor
Ten cuidado no hables de tirar un coctel molotov,
porque eso sería caer en que el fin justifique los medios.
Y el fin es obedecer, para que sigan decidiendo ellos.

No estamos tan mal, al fin y al cabo no podemos quejarnos
En el Sahara lo llevan peor, suerte que no tenemos de qué preocuparnos.
Aquí nadie dice nada, mala suerte, así es su vida.
Y no se nos ocurra hacer nada violento, que llaman a la policía.

Violencia dicen ante la más mínima rebelión
Violencia la suya que no cambia por ser de la institución.
Exigen respeto de la dignidad de cada persona
Y son ellos los que la pisan con cada nueva reforma

Violencia llaman a expropiar una propiedad privada,
Al fin y al cabo es un derecho de toda persona ilustrada
Quien quiera algo que pague aunque se tenga que hipotecar
Y des vida trabajando, no de ni en sueños para pagar
¿Pagar a quién? Porque resulta que siempre son los mismos a los que se les debe respeto
Y de pronto parece que aquí hay una guerra y no es ningún invento nuestro.
La única salida es que haya un cambio radical
Así que basta de delegar nuestra vida en un futuro incierto.

Que comience cada día la revolución social

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