El otro día asistí
a una conferencia en la que se hablaba del grado de consideración al que había
llegado el individuo dentro del capitalismo y la deshumanización que se había
llevado a cabo por el sistema imperante. Se decía, que se habían potenciado
ciertos comportamientos que poco tenían que ver con la naturaleza humana (nos
han dicho, por ejemplo, que somos seres en sí mismos competitivos) y que esto
ha llevado a una cosificación de lo humano altamente peligrosa. Hasta aquí nada
nuevo, teniendo en cuenta que Marx otros ya manejaban estos conceptos para
hacer ver la realidad del sistema.
Ahora bien, hasta
aquí se hace mención de la sociedad en su conjunto ya que los conceptos
naturaleza humana, cosificación de lo humano o sistema, no tratan al individuo
propiamente dicho. ¿Qué podemos decir de él? Sin hacer un estudio detallado y
dejándome llevar por mis simples intuiciones, puedo decir que el individuo ha
sido descontextualizado, manipulado, utilizado… y que éste en una situación
sumamente paradójica, ha captado precisamente lo contrario. Me explico con
algún ejemplo: 1. tras la transición, la democracia representativa se convirtió
en la panacea (aunque por supuesto no quiero detenerme en los errores de dicha
democracia, por no hablar de dicha transición), exaltando la importancia del
individuo en las urnas (Primera mentira). 2. La sociedad de consumo accesible a
todo individuo propicia la igualdad (Segunda mentira). Y creo que es adecuado
parar porque la lista sería interminable.
Y digo situación
paradójica porque hablamos siempre a día de hoy de la sociedad como sumamente
individualizada, y es cierto, ¿quién se atrevería a decir lo contrario?
Moralmente nos movemos simple y llanamente por nuestros propios intereses.
Pero, y aquí entra en quid de la cuestión: técnicamente nos utilizan como
sociedad, como grupo. ¿Quién puede decir que es libre sin caer en
contradicción? Es inútil utilizar a mi juicio la palabra libertad cuando las
cadenas nos ahogan por todas las direcciones. En las elecciones somos simples
electores de un dictador temporal, y digo dictador, no ya por mi ideología,
sino porque el capital y el sistema financiero no entienden de democracia. Por
otro lado, somos esclavos del consumo, ¿quién no ha sentido la necesidad
imperiosa de comprar? Siempre suelo decirlo: ¿cómo cambiarían tus necesidades
sin publicidad? Estos son algunos de los métodos y mecanismos que utiliza el
sistema para tratarnos como rebaño.
Podemos analizar
esta situación dividiendo a la población en dos grupos perfectamente
diferenciados:
- El poder
- Los demás
No quiero caer en
una falsa dicotomía, pero simplificar esto ayuda a entender mi posición. El
poder crea estos mecanismos que son vistos desde el segundo plano (los demás)
como iniciativas totalmente beneficiosas. Es en el segundo plano donde aparece,
a través de estos mecanismos tal individualismo, pero en sí, el individualismo,
es el resultado de estos procesos, que muy conscientemente son utilizados por
el conjunto de los del poder para caer en lo que ha día de hoy estamos viendo
que es un auténtico obstáculo a la hora de la organización.
¿En qué sentido?
Creo que es fácil aclarar esto con una serie de preguntar retóricas, ¿cuánta
gente no sale a la calle a manifestarse por quedarse en casa? ¿Cuánta gente no
hace huelga por perder el salario de un solo día? ¿Cuánta gente es capaz de
dejar a un lado el ordenador para dedicarse a luchar por el problema del otro?
Como conclusión
resumo lo que quería expresar, objetivo que no sé si he cumplido. Lo que
nosotros llamamos individualismo es simplemente un efecto de los procesos que
los que hemos llamado del primer grupo utilizan
como masa hacia nosotros, por lo que el individualismo es en sí mismo visto
desde la sociedad como una visión
altamente fantasiosa. Tal individualismo no existe, no podemos alejarnos de
nuestra especie, no podemos alejarnos de nuestra naturaleza, y por más que
queramos negarlo, somos seres humanos que viven en sociedad, en grupo, y como
tal somos manejados. La pregunta es, si estamos hechos para la sociedad, para
entendernos como conjunto, ¿por qué no nos quitamos la venda y abrimos lo ojos?
Una sociedad mejor, más colectivamente organizada no es ninguna utopía, es una
necesidad social.
Por Filsafa
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